Por: Martín Kohan
La festividad de Pesaj reúne a toda la familia sentada a la mesa para el seder.
Pero los verdaderos protagonistas son los y las más jóvenes: ellos y ellas son los que preguntan, los que participan de las historias narradas y los que juegan.
Es por eso que la pregunta de los niños, es la que da inicio al relato de la Hagadá: la narración sobre la esclavitud en Mitzraim y sobre el camino de nuestro pueblo hacia la libertad.
Pero el relato no responde la pregunta, sino que son los más jóvenes quienes asumen una actitud de indagación que los conduzca a la búsqueda de una respuesta.
La pedagogia de la pregunta se propone despertar la curiosidad natural en las personas y desarrollar el cuestionamiento y el pensamiento crítico. Y así fue mi educación en la Tnua, siempre por medio de las preguntas.
Toda mi vida creci y me eduque en Hanoar Hatzioni en Argentina, en el Ken Lehavot de Concordia. Empece a participar de las peulot desde que tenía 3 años y terminé mi ciclo tnuati con 21 años. Pase por cada una de las shijvot, Bnei Midvar, glilim, Jashmonaim, Canaim. Fui parte del Tzevet, fui madrij, cumplí tafkidim en mi Ken, fui a Shnat, participe en la Hanaga, cumplí Tafkidim Artzi’im, fui Rosh Jinuj, Mazkir Artzi, y terminé mi ciclo siendo Rosh Majon Continental con un mifkad Alia en Enero de 2020. Ahí recibi mi aniva gris y mi pin Jazak Ve’ematz, pero fue recién un año después a causa del corona que llegue a Israel y ahí si, llegue a la última etapa que un boguer puede llegar, cumplir con la hagshama Atzmit. Hoy me veo acá y me preguntó: ¿Cuántos cambios ocurren en cada uno de los procesos que transcurri? ¿Cuántos sentimientos, personas, experiencias me acompañaron en cada uno de esos momentos? ¿En qué se diferencia mi vida de antes y la de ahora? ¿Por qué tome estás decisiones tan difíciles y fuertes en esta situación mundial complicada? Hoy, desde el otro lado del mundo me preguntó: ¿En qué se diferencia está noche a todas las demás? ¿ Por qué estoy acá y no en otro lugar?
Tdos los años festejaba Pesaj con mi familia de sangre, hoy estoy festejando con mi familia del corazón.
Todos los años pensaba como respetar las costumbres del jag, hoy forma parte de mi normalidad.
Todos los años veía en la vía pública de mi ciudad decorada por fiestas de las demás personas, hoy veo carteles que dicen «Jag Sameaj»
Todos los años aprendía sobre personajes que me resultaban ajenos, hoy escucho la historia de Moshe.
Miro para atrás, veo todo lo que cambio mi vida en estos dos meses desde que llegué a Israel y pienso:
Todos los años cuando terminaba el seder decía «Le Shana Haba Birushalaim», pero hoy estoy acá, en Israel. El hogar nacional de nuestro pueblo ❤️