Por: Iehuda Shaari

Iehuda Shaani, fue miembro del movimiento Hanoar Hatzioni en Rumania.
Fue miembro de la Knesset y vice ministro del desarrollo de Israel, ideologo y escritor de varios libros especialmente sobre economia liberal y la sociedad Israeli.

El Liberalismo y el Socialismo aparecieron en el mundo político y social casi simultaneamente y en confrontación y lucha entre ellos desde los primeros momentos. En la práctica ambas corrientes sustentaban los principios de cambio y liberación humana: el Liberalismo quizo liberar al pueblo de las cadenzas de la sociedad clasista, anular los privilegios y el poder de la monarquía absoluta y la nobreza, asegurando y velando por los derechos del individuo. El Socialismo pregó por pasar un proceso de consolidación como resultado de la revolución industrial y la constante corriente de campesinos en dirección a las ciudades y su integración en la industrias. El socialismo se rebelo contra la explotación vergonzosa de los obreros asalariados por los capitalistas y los grandes industriales.
Mas en el tiempo que el liberalismo cristalizó una doctrina optimista y creyó en la posibilidad de cambios por via de evolución en parlamentos legales y la aspiración de lograr la felicidad para todos, adopto el socialismo una actitud pesimista, no creia en la posibilidad de cambiar desde dentro adoptando la opción revolucionaria.
El liberalismo creyó en le juego libre de las fuerzas sociales y económicas y el socialismo sustento el traspase de todos los medios de producción a la sociedad, para asegurar el reparto y la división justa de la riqueza nacional. La protesta social no adquirió caracter liberal.
El liberalismo liberó de las cadenas no solo a la burguesía sino también los obreros y logro el establecimiento del derecho general de elección (en Inglaterra en 1884. En numerosos otros países europeos, solamente antes de la primera Guerra mundial).

La incorporación de las masa con fuerza decisiva y determinante en le campo político fue acompañada por la oposición de los conservadores (que negaban el principio: un individuo, un voto) e inclusive desperto temores en ciertos circulos liberales. Ellos se perguntaban: ¿Es capaz cada individuo de usar en forma apropiada su libertad?, ¿puéden las masas ser responsables?, mas el principio liberal del valor humano idéntico para cada uno triunfó, a travez de dificultades y muy lentamente. En un país democrático como Suiza, se le otorgo solamente en los últimos años el derecho de voto a las mujeres.
Por intermedio de la otorgación del drecho de elegir a toda la población se transformó la democracia de régimen en le cual solo un pequeño círculo disfrutaba del derecho de elección en democracia de masas. El individuo recibió serio golpe: en el régimen democrático en el cual puede cada ciudadano elegir en forma libre, no se puede desconocer o desinteresarse de los intereses de la masas. Y ellas quieren no solo libertad, sino pan y matequilla. Este desarrollo trabajo consigó un cambio en las actitudes y concepciones tanto del liberalismo como de la social democracia.

El liberalismo se divide en dos clases o tipos: el liberalismo conservador y el liberalismo social. El filosofo ingles Ishais Berlin definio las diferencias entre ambos liberalismos de otra forma: libertad negativa y libertad positiva. Libertad negativa significa interferencia en la vida del individuo. La libertad positiva esta fundamentada en las posibilidades brindadas al individuo a realizarse a si mismo y sus aspiraciones, disfrutar de libertad y sus derechos.
Ciertamiente el derecho de tocar el violín es expresión de libertad, mas no todos tienen las posibilidades de estudiar el instrumiento. Libertad positiva significa pues, otorgar las posibilidades a cada uno que lo desee, estudiar música e instrumiento y por consiguiente el uso real y activo de su derecho de tocar el violín.
El hecho de otorgar a cada individuo los mismos derechos no significa que cada uno tiene las posibilidades de concretar dichos derechos.
El juego libre de las fuerzas económicas y sociales no promete libertad positiva. A veces, puede tal juego crear injusticia, acrecentar diferencias y evitar de una gran parte de la población la realización de los derechos poseidos sin tener la posibilidad de disfrutar de ellos.

Por lo tanto el liberalismo social exige que el liberalismo no sea neutral en lo referente a los problemas scoiales sino que bregue y actue por derechos sociales que aseguren un mínimo de existencia para todos y seguridad social.
Solo una persona que disfruta de seguridad social puede ser libre. Para alcanzar dicha meta es necesaria una interferencia limitada del estado que debe asumir una responsabilidad social.

El liberalismo después del socialismo

La sociedad Israeli en la encrucijada

El socialismo democrátio, si quiere seguir siendo democrático, debe retornar a sus fuentes liberales. No es este un camino fácil.

Lo acompañan caos y confusión, falta de brújula.
Nosotros jamás nos consideramos socialistas, aun cuando jamás renunciamos a nuestras firmes aspiraciones de justicia social. Pero estas aspiraciones nuestras no estan desvinculadas de las libertades individuales.
Cuando hablamos de liberalismo no nos referimos en modo algúno el liberalismo anterior al socialismo, sino al liberalismo de después del socialismo, es decir, el liberalismo que aprendio del socialismo en el terreno social (seguridad, plainificación, ocupacioón completa, impuesto progresivo a la renta, educación gratuíta, vivienda popular, etc.).Todo este planeamiento social de avanzada es parte integral de nuestras concepciones. Pero al mismo tiempo, pretendemos reparar las distorsiones provocadas por el socialismo y sobreponernos a las dificuldades y debilidades inherentes al Estado de Bienestar Social (Welfar State) de nuestro tiempo.

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