Por: Sofia Elkin, Rosh Jinuj Hanoar Hatzioni B’Argentina

Iom Hazikaron (día de recordación), induce a una brecha muy corta entre dos emociones
muy fuertes. Es un momento lleno de significación. Es el día donde en Israel y las
comunidades judías del mundo, recordamos a los caídos en los combates por el Hogar
Nacional y a las víctimas del terrorismo; sin cuyo sacrificio no tendríamos un Día de la
Independencia para celebrar, ya que Israel no existiría.
Iom Hazikaron es un día donde el mundo judío hace un alto. Suena la sirena, y son dos
minutos donde el transporte público para. La gente se detiene en el lugar donde se
encuentra. Toda acción se suspende en esos dos largos minutos que conllevan recuerdos y
tristeza.
Recorrer este día el Monte Herzl, es uno de los momentos más emotivos por los que he
pasado. Los familiares y amigos de los soldados caídos llegan con ramos, velas para rendir
homenaje, como en todos los años junto a las sepulturas. Sin importar que tan lejana fue la
guerra en la que fallecieron los soldados, sus sepulturas están rodeadas por muchas
personas que aun lloran su muerte. Llegando a estas fechas viene a mi memoria una
historia, que como janija de la Tnua me marcó: la de Moshe Naihaus. Moshe Naihaus fue
un chico, como yo, que fue javer activo en nuestra Tnua Hanoar Hatzioni. Nació en
Buenos Aires, y en 1962 eligió conocer otra realidad, como muchos javerim de la Tnua,
yendo por primera vez a Israel en un plan de estadía de un año allí. Luego al volver a
Argentina continúo con su labor en la Tnua, hasta que decidió que era su momento de
hacer Aliá. Así, pues, es como llega al kibutz Nitzanim.
En 1967 comenzó la Tzavá. Moshe cayó en la llamada “Guerra del desgaste” con solo 24
años de edad, luchando por sus ideales y por asegurar la paz en el Estado. Así como a
Moshe debemos recordar también a Jacob Krosh, Itzjak Lampolsky David Volpin, entre
muchos otros javerim de la Tnua ya que ellos son un ejemplo como quienes soñaron el
ideal de la Tnuá. Son ellos los que imaginaron, proyectaron y dieron su vida para que el
Estado de Israel sea lo que es hasta el día de hoy.
La memoria es un atributo que nos caracteriza como pueblo. Tenemos la gran
responsabilidad no solo de recordar, sino también de transmitirlo, de educar. En unos
años, nuestros javerim serán los que deberán enseñar a otros nuestras costumbres,
historias, momentos felices y momentos tristes también. Entre los valores esenciales de
Hanoar Hatzioni, se encuentra el valor a la vida; tan importante para la Tnuá, el pueblo
judío y toda la humanidad.
Acontecimientos así no deben debilitarnos, sino hacernos más fuertes, unirnos como
pueblo y como sociedad. Hechos así, no solo son un asalto contra el pueblo judío, sino
también a la vida misma.

«La persona recta cae siete veces y se levanta».

Rey Salomón, Proverbios 24:16

Jazak VeEmatz

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