La Haftara de Simjat Tora a los ojos de la Tnuá

Gabriel Shnaider, Rosh Jinuj Hanoar Hatzioni B´Perú

Cada año, el 22 de Tishrei, el Pueblo Judío celebra Simjat Tora. Este Jag que viene
automáticamente después de Sucot, es la fecha en la que se culmina y se vuelve a empezar
la lectura de la Tora. Este Jag es característico por la gran alegría que causa, donde grandes
y niños bailan y se regocijan junto a los Sifrei Tora.

Como en muchas ocasiones, la lectura de la Tora en los Shabatot y Jaguim es acompañada
de un fragmento de los profetas (Neviim) denominada Haftara. Esta suele tener relación
con los conceptos principales hablados en la Parasha, o tienen un vínculo con la fecha en
la que se leen. En Simjat Tora, así como se empieza desde el principio de la Tora con la
Parasha Bereshit, la Haftara son los primeros psukim del sefer Yehoshua, el primero de los
Neevim.

A continuación, me gustaría ofrecer un análisis e interpretación de la Haftara a la luz de
valores, conceptos y prácticas presentes en el ámbito de la Tnuá. Quiero darle un énfasis
especial al recurso que se está utilizando: El Tanaj. Particularmente, pues suelen verse las
fuentes judías antiguas como obsoletas o que responden únicamente a contenidos
religiosos; más es importante reconocer su valor como material educativo, inclusive dentro
del marco de la Tnuá.

Moshe, mi siervo, ha muerto. Por lo tanto, ahora levántate y cruza el Jordán, Tú y todo
este pueblo, a la tierra que les doy a los hijos de Israel.”

Continuidad

El libro de Yehoshua es el primero luego de finalizada la Tora. En la gran mayoría de esta,
el personaje central es Moshe Rabeinu, líder del pueblo judío que nos condujo por el
éxodo de Egipto al Har Sinai y en la travesía de los 40 años en el desierto. Este texto
comienza anunciando su fallecimiento, y automáticamente después empodera a Yehoshua
como su sucesor, quien debe continuar la labor de liderar al pueblo en una nueva etapa:
Entrar a Eretz Israel.

Este valor (la continuidad), también lo veo presente como un concepto clave inmerso en
casi todos los aspectos de la Tnuá. Es esto lo que hace que la Tnuá siga avanzando y
desarrollándose ininterrumpidamente. Cada año entra una nueva kvutza al ken mientras
que otros bogrim paran sus actividades, y así uno va creciendo y siendo parte de este ciclo.
Un concepto que a mí me parece muy preciado y valioso es el hecho de la continuidad de
las ideas. Si bien este proceso por el cual se mueve la Tnuá hará que eventualmente la
dejemos, lo que perdurará en el tiempo y dará continuidad a nuestro legado son nuestras
ideas, nuestras enseñanzas y el impacto que dejamos.

Recuerdo una anécdota, cuando estaba por terminar Curso de Madrijim, un Madrij que
había tenido antes me preguntó qué quería hacer una vez que sea Madrij. Le respondí que
quería devolverle al Hanoar todo lo que ella me había dado. Él, muy nostálgico me dijo
que a mi edad tenía una respuesta similar a la mía, y que ya estaba a pocos meses de dejar
la Tnuá y sentía que no había podido cumplir su objetivo. Le dije que no aun, pero que la
marca que nos dejó, y la educación que nos brindó, son parte de lo que nosotros somos;
entonces, ahora que nosotros demos peulot y tengamos janijim, elaboremos y
desarrollemos proyectos, activemos y hagamos crecer la Tnuá; será en parte gracias a lo
que él hizo, y así nunca acabaría de aportar a la Tnuá, porque sus enseñanzas tendrán
continuidad a través de quienes las recibieron.

Esto es para mí lo más valioso de la continuidad en la Tnuá. Como uno puede seguir
aportando indirectamente, porque como educadores intervenimos en el proceso educativo
de nuestros janijim, quienes aprenden de nosotros, de nuestro ejemplo personal, de
nuestras peulot, de nuestras actitudes, de todo lo que hacemos; y así ellos darán
continuidad a nuestra esencia.

Activismo

Vemos en este versículo (pasuk) la clara indicación que recibe Yehoshua de tomar acción
y realizar su deber. Dicho deber requiere de su activismo, voluntad y compromiso por
lograrlo. Ya caminaron por el desierto 40 años, y ahora toca cruzar el Jordán para entrar a
Israel.

En la Tnuá se habla mucho del activismo, de hacer las cosas y no dejarlas solo en ideas, de
tomar iniciativas y llevarlas a cabo. Este proceso que no es fácil requiere de mucho
compromiso: compromiso con la causa por la cual activamos, compromiso con nuestros
equipos de trabajo y para con las personas quienes recibirán el impacto de nuestra acción,
compromiso con nosotros mismos y fuerza de voluntad para hacer lo que estemos
haciendo de la mejor manera posible. Este compromiso debe venir acompañado de una
fuerte motivación de lograr el objetivo que se plantee la causa por la cual activamos.

Ahora bien, cuando se habla de activismo, inclusive dentro de la Tnuá, solemos
relacionarlo con proyectos de Tikun Olam o con la elaboración de un gran proyecto que
valla a traer un cambio impactante; ambos casos donde la acción que realizamos es
tangible y claramente notoria. Por este motivo, a mí me gustaría hacer una reflexión sobre
otras formas de ser activista en la Tnuá, tal vez injustamente menos valorado, pero a mi
opinión, igual o inclusive más importantes aún. El rol de un Madrij en la Tnuá es un
ejemplo de activismo inmenso. El Madrij se compromete con una causa, la educación. Y
esta causa le demanda al Madrij una seria de responsabilidades que debe cumplir, y lo hace
de manera voluntaria y sin remuneración, porque cree en su labor como educador, y en el
gran cambio que puede generar gracias a su activismo. La formación de niños y jóvenes es
sin duda una faena de enormes responsabilidades y de aún más impresionante influencia e
impacto y por ende digna de ser reconocida y valorada.

Liderazgo

Vemos en el texto que la indicación de Yehoshua de tomar la acción de cruzar el Jordán
no es individual; sino, debe hacerlo junto a todo el pueblo. Él, como líder, tiene la función
de guiar al resto a su objetivo: Entrar a Eretz Israel.

Un líder debe cumplir con ciertas características para poder ejercer un liderazgo eficiente.
Lo primero, basándonos en la definición de liderazgo, es tener un grupo sobre el cual
pueda influenciar. La influencia que debe tener un líder es primordial en su desempeño;
no obstante, esta no aparece de la nada. La persona debe ganarse la confianza de su público
para que lo sigan. En mi opinión la confianza es la base de toda buena relación, en
cualquier marco y de cualquier índole. Llevándolo a la Tnuá, es vital que el Tzevet confié
en la Hanaga, en su criterio e intenciones en las decisiones que toman y forma en la que
operan. De no ser así, el trabajo como Tzevet seria caótico.

Me parece pertinente hacer notar una clara diferencia. El líder logra realizar cambios y
movilizar a su gente porque ellos confían en él, y son influenciados por sus decisiones. No
debe ser el caso donde esto se da por poder y autoritarismo. Esto genera malestar,
incomodidad, e inclusive miedo en los “seguidores”. Si bien el líder en ciertos momentos
debe imponer autoridad, esta no debe confundirse con abuso de poder ni aires su
supremacía. De esto deriva que un líder deber mantener un comportamiento ético basado
en valores morales: debe ser empático, compresivo, tolerante, abierto a la crítica y
humilde. Muchas veces resulta difícil ponerse en la situación de otra persona, e intentar
sentir por lo que la otra persona está pasando; más al lograrlo (o al menos intentarlo),
podremos tener un acercamiento mucho más eficaz con nuestros liderados, posibilitando
así una toma de decisión más acertada. De igual manera, es difícil reconocer errores que
uno comete, mucho más si se está en la posición de líder.
Pero aquel que lo logré, y sepa utilizar el error para mejorar, y si se necesita pedir ayuda,
que esté dispuesto a recibirla; tiene habilidades que lo ayudaran a tener un liderazgo
asertivo.

Dugma Ishit

Parte muy importante del liderazgo y activismo que analizamos en Yehoshua, es que él
incentiva al pueblo a seguirlo a través de su ejemplo. Él es participe activo junto con el
resto en el camino que desea alcanzar.
Este concepto solemos escucharlo muchas veces en la Tnuá, y lamentablemente se suele
banalizar o mal interpretar. Es la base sobre la cual se cimienta toda la educación que
brindamos en la Tnuá, como está escrito en el Darkenu: “El Madrij es el pilar sobre el cual
se basa nuestra estructura educativa. Es el ejemplo personal de nuestros madrijim y
bogrim, el cual otorga fundamentos éticos a nuestra tarea como educadores. De ello se
desprende que todo javer activo en la Tnuá deba ser consecuente y coherente con su
mensaje ideológico y educativo.”

Personalmente, veo en la Dugma Ishit la vía más directa y eficaz para lograr los objetivos
que nos planteemos como educadores. Qué mejor manera de enseñar que mediante el
ejemplo, que nuestros janijim vean cómo es que actuamos. Sabiendo que la relación
Madrij-janij tiene una base afectiva, la imagen que adquiere el Madrij es la mejor manera
de llegar a tener mayor impacto e influencia. Por ello, invito a no asociar automáticamente
Dugma Ishit con temas de vicios y conductas sociales. Si no, a una de las herramientas
educativas más valiosas que tenemos. Haciendo una extensión de cuando hablamos de
liderazgo, el ser Madrij también es una forma de este. El Madrij tiene un grupo de niños
que confían en él, que se dejan influenciar por él, que lo siguen. Este liderazgo del Madrij
está inmerso dentro de lo que su ejemplo personal implica, porque es través de los
procesos de aprendizaje observacional de sus janijim que estos lo seguirán.

“Cada lugar que pisará la planta de tu pie, te lo daré”

Dejar una marca

En el texto seleccionado, D-os le dice a Yehoshua que todo lugar por donde él pase será
suyo; quiere decir, que tendrá su marca y se sabrá que él estuvo allí. Tomos hemos
experimentado la sensación de caminar por la arena y ver atrás como la silueta de nuestros
pasos la hunden dejando una marca, y así se sabrá que nosotros pasamos por allí.

Este es para mí la misión más difícil que debe buscar cualquier educador. Que toda
persona que tengamos la oportunidad de marcar sea marcada, que aprendan de nuestras
enseñanzas, mantengan nuestra esencia y recuerden los buenos momentos que pasamos
juntos. Sin lugar a duda no es fácil lograr una marca significativa, para esto se requiere de
muchísimo entusiasmo, dedicación, entrega, perseverancia y amor por todo lo que
tengamos que hacer. Esta acción de dejar una marca se relaciona profundamente con lo
que habíamos mencionado anteriormente sobre la continuidad. Y creo yo que esto debe
ser la pesadilla más grande de todo educador dedicado: Ser olvidado por sus educandos.
Por ello el gran afán que debemos hacer por trasmitir un mensaje significativo a nuestros
janijim, que lo vallan a recordar y aplicar de manera ventajosa y beneficiosa para ellos y su
entorno. De esta manera podremos estar tranquilos que hemos dejado nuestra marca.

“No habrá hombre capaz de enfrentarte durante todos los días de tu vida.”

Perseverancia

Hasta ahora hemos hablado de muchas cosas muy importantes para todo educador y de
varios conceptos fundamentales dentro de la Tnuá; estos nos proponen desafíos que no son
fáciles de alcanzar. Este es el importante rol de la perseverancia dentro de la Tnuá. D-os
no le está diciendo a Yehoshua que tendrá una conquista pacífica y sin problemas,
sabemos que la entrada de Bnei Israel a Cnaan estuvo acompañada de múltiples guerras y
enfrentamientos. El mensaje es de prevalecer y seguir adelante, de buscar soluciones,
saltar obstáculos, tener coraje y bravura en lo que hagamos.

Esto sin duda aplica en la Tnuá. Sabemos de los retos que la Tnuá nos pone, de los
obstáculos que nunca faltan, de aquellas barreras que nos hacen parecer que estamos lejos
de alcanzar nuestros objetivos. Es aquí cuando debemos ser perseverantes, conscientes de
la importancia de nuestras acciones y el quehacer de un boguer, motivarnos a seguir
adelante sin detenernos. No es fácil, probablemente sea de las exigencias más pesadas y
complicadas para un javer, pero es la base para que todo el resto pueda concretarse.

“Se Fuerte y Valiente, porque tu harás que este pueblo herede la tierra que a sus padres
jure dar.”

Jazak Ve´Ematz

Nuestro celebre y conocido saludo viene del mensaje que Moshe le da a Yehoshua cuando
lo nombra su sucesor, y en este pasaje D-os lo reitera. No quiero profundizar mucho en el
significado de lo que significa ser fuerte y valiente porque se relaciona mucho con
conceptos hablados anteriormente. Quiero dedicarme a la frase como saludo y forma de
contacto con la Tnuá. Tener un saludo implica reconocer e identificarse con el otro, en
este caso la Tnuá. Tanto el saludo como el semel Jazak Ve´Ematz forman parte del
conjunto de simbolismos que tenemos en la Tnuá, los cuales nos sirven como método
educativo para fortalecer la identidad de los javerim. Un sentimiento de pertenencia fuerte
e intenso es un buen predictor de que el javer lograra encontrar motivación intrínseca
para activar por la Tnuá, para sentirse comprometido con sus ideales, ser perseverante para
cumplir sus objetivos y ser un javer Tnuá que se sienta cómodo y feliz dentro de esta.

Lograr esta identificación con la Tnuá es otro de los grandes retos que tenemos. Primero
tenemos que sentirnos identificados nosotros mismos, hacernos preguntas como ¿Para qué
estoy en la Tnuá? ¿Por qué activo en la Tnuá? ¿Qué impacto genera en mi estar en la
Tnuá? ¿Qué aporte le doy yo a la Tnuá? Y debemos encontrar una respuesta que nos deje
satisfechos y felices, para así entender porque tanto sacrificio.

Así haremos nuestro trabajo con gusto y buena voluntad. Y luego, si bien cada uno debe
encontrar su propio lugar en la Tnuá, compartir nuestras respuestas podría ayudar a
contagiar este sentimiento de pertenencia. Además, de este modo relacionamos lo hablado
de Dugma Ishit y Liderazgo, en tanto podemos influir en otros y ser ejemplos de esta
motivación intrínseca e identificación con la Tnuá.

Conexión Histórica, Cultural y Sentimental con Eretz Israel / Hagshama Atzmit

Como Tnuá educamos al Israelocentrismo. Vemos en Eretz Israel el centro de toda
vivencia judía, ya que es su existencia la mejor garantía de nuestra continuidad como
pueblo, y el lugar donde se puede tener una vida judía como norma, haciendo posible la
autorrealización de los javerim al cristalizar todos los ideales de la Tnuá. Sin embargo,
cuando se habla de Hagshama Atzmit, a mí no me gusta verlo solo como el hecho material
de hacer alia y poder tener una vida judía plena; sino, la parte emocional que esto
conlleva. Veo el proceso de la Hagshama como alcanzar un sueño, algo que anhelamos y lo
vamos a poder concretar. Así como le sucedió al pueblo de Israel, el que ansió durante 40
años mientras vagaban por el desierto, y finalmente alcanzo el momento de autorrealizarse
y poder entrar a la tierra prometida.

El proceso para lograr alcanzar una meta que hemos ansiado y deseamos en verdad poder
obtener, es largo y requiere de mucho esfuerzos y sacrificio. Pero entre más arduo sea el
camino, cuando lleguemos al objetivo y miremos atrás, mayor será la satisfacción y el
orgullo de estar allí. Esta sensación y las emociones que generan son de una valencia
extremadamente positiva, y motivan a la persona a seguir avanzando objetivos más
ambiciosos. Cualquiera puede ser este objetivo, desde un Madrij que se propone tener el
mejor año de todos, hacer crecer a su kvutza, potenciar a sus janijim, planificarles las
mejores peulot y establecer un vínculo hermoso con ellos; como también puede ser la
implementación de un nuevo tojnit que busque un cambio inmenso en todo un ken, o
inclusive en la Tnuá a nivel mundial. Lo importante está en la convicción por alcanzarlo y
no detenerse hasta lograrlo.

No apartares este libro de la Tora de tu boca; meditaras en él día y noche.”

Coherencia: Madrij 24/7

La coherencia de un Madrij hace referencia a la integridad que este debe tener, como una
sola persona que tiene las mismas actitudes todo el tiempo.
Esto está muy ligado a su Dugma Ishit, pues lo que el Madrij enseña y muestra ser dentro
del marco de la peula, debe mantener concordancia con el resto de los aspectos de su vida
fuera del marco de esta. Por otro lado, un Madrij no puede parar de serlo nunca. Debe
estar atento a sus janijim toda la semana y en todo sentido. Obviamente el enfoque de
atención y responsabilidad que tiene no es el mismo, pero la preocupación e interés por su
bienestar general debe ser constante. En mi opinión, uno no para de ser Madrij hasta que
todos sus janijim se mueran (hasta los 120 en salud y alegrías), porque si cumplimos bien
con dejar una huella en ellos, y los pudimos guiar por que nos veían como ejemplos a
seguir, líderes que podían influenciarlos y nos ganamos su confianza; es imposible
desvincularnos de ellos.

Por ello, al asumir las responsabilidades que significa ser un educador, debemos ser
conscientes de que ésta estará para siempre presente. En mi opinión, esto es un gran
privilegio que debemos aprovechar y potencializarlo.

“Y aconteció después de la muerte de Moshe, siervo del Eterno, que el Eterno hablo a
Yehoshua hijo de Nun, ayudante de Moshe, diciendo:…”

Proceso Educativo

Si bien este concepto lo extraigo del primer pasuk, lo guardé para el final porque es la
cristalización de todos los que ya vimos anteriormente. Es muy interesante ver como la
presentación de Yehoshua no es como el nuevo líder, o el sucesor; sino, como el aprendiz
de Moshe. Esta es la importancia y trascendencia de los educadores, la posibilidad de
poder definir a nuestros educandos.

Todo en la Tnuá es parte de un gran proceso educativo1 en el que estamos zambullidos.
Desde los janijim más pequeños que aún no entienden bien cómo funciona la Tnuá, y
luego poco a poco le van agarrando el gusto, descubren sobre la parte educativa de la Tnuá
y se interesan por esta, empiezan su preparación para ser madrijim, participación en
majonim, formar parte de un Tzevet, experiencia en la hadraja, Shnat Hajshara, ser parte
de Hanagot y Hanalot a nivel local y continental; y así continua, inclusive en algunos al
volverse Magshimim. Este proceso es lo que va formando al javer. El reconocimiento y
valoración de la magnitud que tiene este proceso es lo que lo enamora. Lo que hace que
uno se sienta honrado de haber podido tener una oportunidad tan grande e influente en su
vida, y que la haya podido aprovechar al máximo.

Si bien nuestra concepción educativa aspira a que sea el mismo javer el protagonista de su
educación, al tener experiencias y vivencias significativas que conlleven un aprendizaje
valioso; el rol del Madrij es esencial. En este proceso, el educador es quien planifica las
experiencias, y el encargado de que los educandos las lleven a cabo de manera adecuada.
Este es el grandioso poder que tienen los Madrijim, el poder sacar a sus janijim de la cueva,
pero que sean ellos mismos los que se den cuenta de que es lo que hay afuera.
Una celebre y conocida frase de Spider Man, que siento sintetiza muy bien esta idea, dice:
“Un gran poder conlleva una gran responsabilidad.” (Stan Lee, 1962)

“Te he ordenado, sé Fuerte y Valiente, no temas ni desfallezcas porque el Eterno tu D-os
está contigo donde quieras que vallas.”

Hanoar Hatzioni, escuela para la vida.

La haftara culmina con un mensaje muy interesante. Extrajimos de todo lo anterior del
texto muchos conceptos y prácticas que tenemos en la Tnuá, y al final vemos como dice
“estará contigo donde quieras que vallas”. Este es el gran tesoro de la Tnuá, todo lo que
aprendemos y las habilidades que podemos desarrollar dentro de ella, nos van a acompañar
toda nuestra vida. Si la Tnuá logró cumplir sus objetivos en nosotros2 , tengan la total fe en
que ésta será una marca que quedará en nosotros para siempre.

Aquí es cuando me gustaría detenerme un minuto a pensar lo agradecido que debe estar
cualquier javer Tnuá, incluyéndome, por haber podido tener la oportunidad de formar
parte de su movimiento, crecer en su proceso educativo y poder llevarse herramientas,
aprendizajes, recuerdos, amistades, conocimientos y muchas cosas más para toda su vida. Y
cuando pienso en esto, siento la necesidad de hacer que la mayor cantidad de javerim
tengan la misma oportunidad, y esto es lo que a mi más me motiva a seguir activando por
la Tnuá, a esforzarme en cada peula, en cada proyecto, en intentar hacer que todo javer de
la Tnuá sonría y este orgulloso y agradecido de formar parte de Hanoar Hatzioni.

En estas líneas he intentado relacionar una fuente judía con la Tnuá para reflexionar sobre
ellos y dar a conocer mi opinión sobre estos. Espero haya sido de su interés y utilidad. Jag
Sameaj a todos, que este nuevo año que acaba de empezar venga lleno de alegrías, éxitos y
cosas buenas para todos nosotros y nuestras tnuot.
Jazak Ve´Ematz!!!


1“Nuestra educación se asienta sobre procesos que fomentan la acción, la experiencia y moratoria, el
aprendizaje, la curiosidad intelectual, el derecho a la duda, la responsabilidad, la constancia, la crítica
profunda y el pensamiento en grupo. Aspiramos a otorgar a nuestros javerim una educación
formadora, haciendo hincapié en la dignidad humana, la libertad de elección, el legado pluralista, el
trabajo grupal y el diálogo entre el educando y su educador como metodología básica y esencial,
herramientas que le permitirán analizar de manera compleja y seria la realidad en la que se
encuentra.” (Darkenu)

2 OBJETIVOS
A través de procesos educativos basados en postulados ideológicos que se sustentan en los valores de
la Tnuá, Hanoar Hatzioni espera alcanzar:
• La formación de un javer judío que se identifica con su pueblo, su historia, su cultura y con Israel.
• La formación de un javer orgulloso de su identidad judía, que interioriza el ideal sionista y elige
autorrealizarse en el marco del Estado de Israel.
• La formación de un javer poseedor de valores y actitudes humanistas liberales sociales que se
plasman en un accionar pluralista, tolerante y democrático, donde el ejemplo personal es expresión
del concepto de “jalutz” (pionero). Por ende, fomentamos en el janij su creatividad y sus habilidades,
su capacidad de juicio y crítica, el pensamiento propio y la aspiración a renovarse constantemente
frente a los desafíos que surgen en el presente y que se desarrollarán en el futuro. (Darkenu)

Anexos

A continuación, adjunto el texto completo de la Haftara en hebreo y traducido:

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